Cuatro de agosto del 2010 - 00:46 am

Sos mi felicidad. Desde que te conocí, supiste cómo hacerme sentir para estar bien. Te esforzaste por saber qué era lo que necesitaba y me diste el doble, triple o cuádruple. Siempre fui tu prioridad, desde aquel momento en que nos conocimos aún más; notamos algo y quisimos seguir adelante, buscar más y más, y al final lo conseguimos. Ambas encontramos en la otra una salida, encontramos el amor. Ese amor nos REVIVIÓ, nos hizo nacer una segunda vez, nos motró lo perfecta que puede ser la vida. Nos brindó fuerzas, ganas, nos dio motivos y lo más importante, nos hizo felices.
Con el tiempo nos hicimos la una para la otra, nos convertimos en compañeras, amigas, compinches, amantes, todo depositado un una sóla persona, para mí eras vos y yo lo era para vos. Este amor nos hizo sentir tan fuertes y satisfechas que no necesitábamos de nada más, así seguimos nuestro camino de vida, solas, pero juntas. Lo eras todo, SOS TODO. Me aferré a vos, pude nuevamente y me encantó, me quedé ahí, en vos.
Ahora las cosas cambiaron, el miedo volvió, la inseguridad está ahí, latente otra vez. NO QUIERO! Amaría poder ser la novia perfecta que sé que merecés, pero no puedo conmigo, no me sale MI amor.