"Hemos preguntado por todas partes y nadie sabe dar cuenta de tu paradero.
En los cuarteles se ríen de mí cuando pregunto. Ellos dicen que te habrás ido con otra, pero yo sé que te han metido preso de nuevo porque vino un amigo tuyo que sabe y me lo dijo. Me pregunto dónde andarás. Los sufrimientos que andarás pasando ya me los imagino. Puede ser que esta carta llegue y puede ser que no, pero lo mismo la voy a llevar a ver qué pasa.
Dice el Yuyo que te manda un chicle globero porque vos sabés hacer buenos globos, globos grandes, que vuelan, y así te metés adentro del globo y te escapás. Dice que cuando vuelvas le traigas un paraguas y un helado. Hoy se levantó muy temprano para pedirle que vuelvas al lucero del alba.
El Yuyo es una máquina de hacer preguntas. Me tiene loca con las preguntas. ¿Cuándo empezará todo de nuevo? ¿Cuándo empezará todo otra vez, del año 1 en adelante? ¿Cuántos segundos demora en pasar un siglo?
A veces me dice que está deseando nacer y está deseando crecer, pero a veces me dice que quiere volverse a meter en mi barriga.
Camina mucho solo, anda por ahí, sin darse con nadie. A cuanto tipo de uniforme ve por la calle, aunque sea un portero de hotel, le pregunta: ¿Cuándo me vas a devolver a mi papá? Dice que los va a fulminar a todos con su rayo ultra-seven y les patea los tobillos y sale corriendo.
Yo también te extraño mucho. Olvidate de todas las cosas feas que te tengo dichas y las veces que yo no te entendía. Solamente quiero que vuelvas. Quiero que estemos juntos por un rato aunque sea y quiero decirte que sos lo mejor que me ha pasado en la vida.
Nunca te gustó que yo te hablara así y cambiabas de tema o te agarrabas una rabieta y además siempre había otras cosas de qué hablar, como ser, las maldades del gobierno o lo caro que está todo y no hay plata que alcance.
Ahora yo no sé si vas a poder leer esta carta, pero igual siento como una necesidad de decirte que yo contigo he sido más feliz de lo que en los libros dice que se puede. Perdóname si tantas veces me anduve quejando por bobadas.
Un día me dijiste que yo tenía cara de mujer a la que siempre se vuelve y yo te espero ahora o cuando sea y donde sea y como sea."
(La canción de nosotros, 1975)
miércoles, 30 de septiembre de 2009
martes, 22 de septiembre de 2009
sábado, 19 de septiembre de 2009
19 de septiembre
Es increíble como pasa el tiempo. A veces los días se hacen eternos pero cuando te sentás a pensar, verdaderamente los días, en su conjunto, pasaron volando.
Hoy hace un año que me animé a ser sincera, hice lo que tanto miedo me provocaba, ese miedo que me impedía dar el paso mayor y decir lo que sentía con la frente en alto. Tenía miedo a las consecuencias, a las miradas, a las censuras, tenía miedo al desprecio, a la falta de afecto.
Con mi familia siempre fue difícil tratar temas de sentimientos, traen una visión utópica del amor; ese perfecto que conocés de joven, del cual te enamorás y con los años deciden casarse, formar una familia y sumarle nuevas ramas al árbol. Nunca hubieran permitido que alguien quisiera cambiarles esa perspectiva de vida, ese sueño que tenían para nosotros.
Hoy hace un año que el dolor fue el causante del valor. Hoy hace un año que llegué a mi punto máximo de desesperación y ése fue el qe hizo que me olvidara de las consecuencias, las miradas, hizo que me olvidara de cualquier censura, desprecio, no me importaron las posibles faltas de afecto. No me importó nada. Fue como una ebullición dentro, quería sacarlo todo, quería gritar. Conseguí hacer lo que más miedo me daba: mostrarme como era, decir quien soy, marcar la diferencia entre ellos y yo. Lo logré, lo hice, pero aunque en su momento me "apoyaron" en mi dolor, más adelante y aún hoy en día, se encargan de cumplir aquellas cosas a las que les temía.
Hoy hace un año que me animé a ser sincera, hice lo que tanto miedo me provocaba, ese miedo que me impedía dar el paso mayor y decir lo que sentía con la frente en alto. Tenía miedo a las consecuencias, a las miradas, a las censuras, tenía miedo al desprecio, a la falta de afecto.
Con mi familia siempre fue difícil tratar temas de sentimientos, traen una visión utópica del amor; ese perfecto que conocés de joven, del cual te enamorás y con los años deciden casarse, formar una familia y sumarle nuevas ramas al árbol. Nunca hubieran permitido que alguien quisiera cambiarles esa perspectiva de vida, ese sueño que tenían para nosotros.
Hoy hace un año que el dolor fue el causante del valor. Hoy hace un año que llegué a mi punto máximo de desesperación y ése fue el qe hizo que me olvidara de las consecuencias, las miradas, hizo que me olvidara de cualquier censura, desprecio, no me importaron las posibles faltas de afecto. No me importó nada. Fue como una ebullición dentro, quería sacarlo todo, quería gritar. Conseguí hacer lo que más miedo me daba: mostrarme como era, decir quien soy, marcar la diferencia entre ellos y yo. Lo logré, lo hice, pero aunque en su momento me "apoyaron" en mi dolor, más adelante y aún hoy en día, se encargan de cumplir aquellas cosas a las que les temía.
martes, 15 de septiembre de 2009
martes, 8 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)





